Espacios sustentables con comodidad para el teletrabajo y con áreas para hacer ejercicio. Las nuevas demandas de los compradores de casas tras la pandemia.
La contingencia sanitaria vivida durante el 2020 obligó a muchos a permanecer más tiempo de lo acostumbrado en sus casas. La falta de espacios destinados al teletrabajo y a la comodidad en la vida en confinamiento hizo que los futuros compradores de vivienda se replantearan sus necesidades al momento de adquirir un inmueble.
¿Cuáles serán los nuevos requerimientos? Según una encuesta realizada por la firma de bienes raíces Coldwell Banker, en Estados Unidos, las nuevas tendencias podrían ser: contar con jardines y patios privados para evitar compartir espacios comunes con tantas personas, viviendas con internet de última generación y alta conectividad a internet, casas o departamentos con áreas para el teletrabajo integradas y espacios versátiles que puedan convertirse fácilmente en un gimnasio, por ejemplo.
Pero no solo esto. Una de las tendencias habitacionales que llegó para quedarse es descongestionar las ciudades para mudarse a lugares que tengan mucho más contacto con la naturaleza. El teletrabajo y la amplia variedad de servicios por internet entregan nuevas posibilidades de asentamiento, impulsando a los nuevos compradores a buscar espacios en las afueras de las grandes urbes donde puedan llevar un estilo de vida más sustentable.
Esta medida implica un ahorro de costos ya que los terrenos de la periferia son más baratos, además de que las nuevas generaciones prefieren construir o comprar espacios donde se aprovechen más eficientemente los recursos y servicios, con lo que aumenta el ahorro. “
Las personas que están prefiriendo hacer este cambio son aquellas que tienen ganas de aportar y ser mejores, ganas de vivir de forma más armónica y que han valorado, tras la pandemia, el tiempo con la familia y los espacios recreacionales”, señala Joaquín Muñoz, gerente de Desarrollo de la inmobiliaria Castellani y Muñoz.
En Chile, esta tendencia también está ganando terreno, por lo que las empresas de inmuebles están ampliando su oferta de viviendas sustentables en las afueras de la ciudad. Tal es el caso del proyecto Gran Parque Machalí que incluye un centro comercial con energía solar, edificios de oficina con certificación Leed y edificios de vivienda sustentables, materiales con trazabilidad, iluminación natural y de bajo consumo, reciclaje y una gran zona de áreas verdes nativas.
“Cada vez somos más los que nos comprometemos con este tema lo que es bastante positivo, es un deber de las empresas no solo evaluar los proyectos económicamente, sino también sus impactos sociales y ambientales”, agrega Muñoz.
En tiempos de pandemia, muchas personas padecieron lo que algunos psicólogos llaman “déficit de naturaleza”, lo que ha impulsado un repensar de la vida en la ciudad. Múltiples estudios cuentan que tener más conciencia y cercanía con el medio ambiente mejora la salud mental lo que se ha vuelto, hoy por hoy, una prioridad que antes no se consideraba.
“La pandemia da para pensar en cómo vivimos y cómo podemos mejorar desde la casa en que habitamos hasta el lugar en que trabajamos y cómo podemos aportar en la sustentabilidad. Finalmente, todo se traduce en conciencia, empatía, compromiso con la naturaleza”, agrega Joaquín Muñoz.
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